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Doctor Strange en el Multiverso de la Locura - (Doctor Strange in the Multiverse of Madness)

 Dr. Strange y la versión moderna de la "Leyenda de la Llorona".


Crítica:

Doctor Strange en el Multiverso de la Confusión

Disney ya no está apostando por el asombro o la magia heroica que alguna vez nos voló la cabeza. En lugar de eso, está sembrando contenido para amarrarte a su negocio más rentable: Disney+. La vieja fórmula de contar historias con identidad propia se quedó en el pasado; hoy todo gira en torno a mantenerte suscrito a su plataforma, y Doctor Strange en el Multiverso de la Locura es la prueba de eso.

Para entender esta película —y no perderte en el caos— tienes que haber visto:

 Doctor Strange (2016)

 WandaVision (2021)

 What If...? (2021)

 Algo de los X-Men

 Spider-Man: No Way Home

 Y, de pilón, leer cómics oscuros que ni el lector casual entiende.

Todo esto, para que al final te premien con un argumento tasajeado, una villana caprichosa y un protagonista que parece más un espectador de su propia película que el hechicero supremo.

 ¿Multiverso? ¿Locura? ¿Dónde?

Lo que aquí se nos vende como un “multiverso de la locura” es en realidad un desfile de cameos para que digas “¡ah mira, ése!” y te emociones cinco segundos antes de que lo destruyan sin pena ni gloria. Es como si Marvel te hiciera un Rick and Morty, pero sin la inteligencia ni la irreverencia.

El guion se sostiene gracias a un recurso milagroso: los poderes del guionista. Una niña que no sabe usar su poder, una bruja dolida que un día quiere destruirlo todo y al siguiente se redime porque sí, y un Doctor Strange convertido en pasador de balón para que otros anoten. Todo esto mientras viajamos por dimensiones que duran segundos, llenas de efectos para epilépticos y escenas sin lógica narrativa.

 

Y sí, la película parece dirigida más por el ego de Sam Raimi que por una idea clara de qué quería Marvel contar. Zombies, planos retorcidos, guiños a su pasado, y mucho “yo hago lo que quiero porque soy Sam Raimi”. Genial para su portafolio, no tanto para los que esperábamos una evolución real del personaje.

Villanos sin garra, cameos sin alma

¿Dónde está Shuma Gorath, el ser interdimensional con peso mitológico? Pues Disney decidió que eso era mucho riesgo... así que nos dio a Gargantos, una criatura torpe y olvidable. No representa una amenaza real y es derrotado con más facilidad que un Minion deshidratado.

Los Illuminati aparecen solo para que aplaudas como foca, los aniquilen y no vuelvas a saber de ellos. ¿Desarrollo? ¿Importancia? ¿Coherencia? Nada. Solo publicidad para lo que viene, porque Marvel ya no cuenta historias: muestra trailers disfrazados de películas.

 

Lo que pudo ser... y no fue

Esperábamos un Doctor Strange místico, profundo, al borde de convertirse en el verdadero Supremo, que se ganara su lugar salvando el día con sabiduría y poder. Lo que tuvimos fue una historia donde lo importante no es Strange, sino Wanda, el multiverso, el futuro de Disney+ y cómo todo se acomoda para lo que viene después.

El misticismo quedó en YouTube. El entretenimiento puro también. Lo que nos queda es una experiencia plástica, ruidosa y a ratos entretenida… si bajas tus expectativas y te dejas llevar por los efectos.

SÍNTESIS FINAL:

Contraten Disney+. Ya ni lo disimulan.

LO BUENO:

Efectos especiales.

Algunos personajes nuevos.

Simbología Marvel.

Cumple con entretener… a ratos.

LO MALO:

Confusa.

Guion sin continuidad.

Personajes nuevos que desaparecen sin desarrollo.

Cameos desperdiciados.

Poco multiverso y casi nada de locura.

Ignoran el guion original.

Ego del director inflado.

Escenas postcréditos innecesariamente largas.

CALIFICACIÓN: ★★☆☆☆ (2 estrellas)

Recomendación:

Ve a verla en una sala grande, bien atrás, en 3D con sonido envolvente. Lleva palomitas, refresco y cero expectativas. No lleves niños. En casa, ideal para verla en una noche larga sin pensar demasiado.



Emoji: La Película



No es Pixar, pero tampoco el apocalipsis

Existe un tipo de “crítica” que se enorgullece de ser provocadora, como si cada opinión viniera de un viejo gruñón encerrado en un sótano, aferrado a los tiempos donde todo era mejor “porque sí”. Y no, Emoji, la película no es una joya del cine. Pero tampoco merece ser apedreada como si hubiera intentado competir con Dunkerque, Pixar o Disney.

Sony Pictures Animation, al igual que DreamWorks, se ha caracterizado por experimentar. Se arriesgan con historias nuevas, algunas con éxito, otras no tanto, mientras otros estudios reciclan personajes y fórmulas hasta la cuarta parte. Al menos, aquí hay un intento de propuesta diferente, aunque venga en forma de emoticones. 

Ahora bien, ¿desde cuándo una película animada debe cumplir con una estructura impecable para ser válida? ¿No se supone que el público infantil tiene derecho a contenido ligero, visual y funcional sin tener que pasar por una tesis cinematográfica



Lo bueno:

Es un cuento moderno que conecta con la juventud actual y con la niñez inmersa en pantallas.

Quien sea “geek” podrá notar algunos guiños didácticos relacionados con programación y tecnología.

Si te gustan los emojis (sí, existen esas personas), puede que hasta le encuentres encanto.

El doblaje latino rescata algunos chistes y personalidades; incluso puede superar en carisma a la versión original. (Sí, esa voz reconocida con su toque político incluido).

Lo malo:

¿Por qué carajos todo tiene que llevar una canción pop genérica para “estar en onda”?

Nos salvamos de que sonara Maluma, pero el daño está hecho.

Emoji pudo haber apostado por una banda sonora original, o al menos un tono más creativo.

Usar las mismas cuatro canciones recicladas no aporta nada.



La Cura Siniestra - (A Cure for Wellness).


FICHA TÉCNICA: 
Dirección: Gore Verbinski 
Guión: Justin Haythe 
Fotografía: Bonjan Bazelli 
Música: Hans Zimmer 
Género: Thriller. Intriga. Psicológico. Fantasía. Suspenso. 
País: Eua. Alemania. 
Año: 2017 
Duración: 156 minutos (más comerciales del cine). 



PERSONAJES: 
 Lockhart (Danne DeHaan) - El joven ejecutivo. 
Hannah (Mia Goth) - La joven. 
Volmer (Jason Isaacs) - El director. 
(Adrian Schiller) - El subdirector. 
Pembroke (Harry Groener) - El empresario. 
Victoria Watkins (Celia Imrie) - Paciente. 
Y otros. 



CRÍTICA: 
Historia escrita por el mismo director Gore Verbinski quien también dirigió El Llanero Solitario (2013) y la trilogía Piratas del Caribe (2003/2007). En esta ocasión, Gore Verbinski nos muestra cada cuadro con una atmósfera de misterio. Usa el entorno; enfoques y ángulos en conjunto con los sonidos, y así expresa un impresionismo hasta por una simple gota de agua. Desde el inicio, nos compromete no dejar ningún fotograma para no perder continuidad y llevar una hipótesis de la trama. También, nos invita a viajar a las altas montañas Suizas y nos regala buenas postales para tener de escritorio en nuestra computadora. Todo en un complaciente y merecido spa de retina en la comodidad de nuestra butaca. 

No diré el contenido de la trama. Perdería sentido para cuando la veas. Pero tocaré algunos puntos importantes y con esto, espero no echarte a perder parte del contenido de esta película. 

Hay un poco de filosofía en esta película. Plantea esto de vivir en una Sociedad postmoderna, es decir, en un “no lugar”, en donde se deja que el capitalismo limite y reglamente el poder de la sociedad de disponer de este. Nuestra conducta. Así que nuestra conducta proclama una liberación de la humanidad mediante el alcance de la autonomía racional. ¿Consiente o soñadora? Una ambición importante, un control y desechar todo lo que permea al sistema. Y es claro que aquí lo plantea de manera subjetiva. Después de mucho tiempo en los negocios, se aprende a pulir el modelo que se quiera. ¿Y qué pasará si la mezclamos con una leyenda de pueblo? “Pueblo chico, infierno grande”. Muy parecida a las historias de vampiros  sus misterios, tragedia y maldición. 

Las actuaciones de Danne DeHaan nos transmite en todo momento, la presión de ambos lados y lo concentra en uno solo para terminar en una importante decisión. Por otro lado, Hanna nos cautivará con su inocencia y descubriremos más con este personaje. Odiaremos a Jason Issac sus actos y costumbres. Y así nos llevarán entre cortinas de misterio y poco a poco descubriremos el final que por decisión del destino precede. 



SÍNTESIS: 
No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Y en esta película habla mucho de esto. 


LO BUENO: 
Danne DeHaan (Lockhart) otro reto superado por mostrar una interpretación diferente y quitarse al personaje del Duende Verde (Spider Man) Y lo sigo esperando ver junto con Leonardo Dicaprio en alguna película. (Tienen un parecido peculiar). 

LO MALO: 
Muy larga. En algunos momentos las situaciones son predecibles. Muy limitado los escenarios del castillo Hohenzollern, carretera de pocos metros, pueblo de un bar y establo. 


Valoración: 3 Estrellas. 

(Buena para ver en un sábado por la noche, sin prisa, con un café echado en el sofá de tu sala con la oscuridad de la noche).


Animales Nocturnos - (Nocturnal Animals)



Dirección: Tom Ford 
Género: Drama, Suspenso, Adaptación Novela. 
País: Eua. 
Año:2016 

El juego de palabras y las interpretaciones en este filme, después de presenciarla en el cine, lo dejan a uno pensando por todo el camino rumbo a su casa. Conceptos emocionales como: desamor, propósito, tragedia, injusticia, venganza, decepción, rencor, se percibe dejando al espectador el final de la historia.

Una adaptación de la novela: Tony and Susan de Austin Wright  (1993).

Animales Nocturnos, nos propone la visión de un escritor y su tragedia. Ficción sobre ficción. El personaje de Susan (Ammy Adams) nos lleva con su lectura, lapsos de impresiones y nos da énfasis para entender los puntos por lo que decidió no estar con Tony - Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal). La interpretación de su personaje por momentos es sorpresivo, y no dejo de ver los mismos gestos que vi en Arrival (la llegada). No hay mucho trabajo con su actuación, se mantiene en la misma posición sugestiva. No me atrapó de nuevo con su estilo. 

Con el personaje del escritor tengo un punto muy claro con Jake Gyllenhaal. Su estilo polvorín que últimamente lleva en sus películas no me quitó de la mente ese hombre pedante y explosivo. Como lo muestra en Nightcrawler (Primicia Mortal), Prisoners (La sospecha), Southpaw (Revancha), Enemy (El Hombre duplicado). Considero que de Enemy, el personaje salió a interpretar el papel del novio-escritor de este nuevo filme. 

Si presentará esta historia en una obra de teatro con estos actores, estaría muy lineal y por momentos cansaría a las personas. La historia es una acto cruel de salvajismo. Como también el salvaje director de estirar las historia hasta que las emociones del personaje del escritor, cumpla el significado de la película. 

Con Bobby Andes (Michael Shannon) y su personaje, lo lleva como cualquier otro oficial de la actualidad. Supo esconder expresiones y dar de golpe el significado de su papel. 

Un punto por aplaudir de esta película, es el flashback que por momentos nos muestra a estos dos personajes Susan y Tedy con un aspecto juvenil. Un logro que da realismo y credibilidad a esta historia.  
El drama de Animales Nocturnos, nos muestra una especulación por querer ordenar nuestras emociones. Reivindicar el pasado y cerrar ciclos. 

Una vez más, Hollywood nos muestra la misma causa por lo que el cine actual no revive su autonomía. Mismos rostros, actuaciones por desigual y producciones de maquila. 

Si gustas por el cine crítico en compañía, este será un buen tema para conversar en la cena. 

Lo bueno: La música, sin este ingrediente sería una catástrofe. Mantiene el ritmo y sus secuencias. De inmediato nos transporta las emociones de los personajes. 

Lo malo: Ammy Adams y el director Tom Ford, por no hacernos creer en otra Ammy Adams.



Trailer:




Tren a Busan - (Train to Busan)


Dirección: Sang-Ho Yeon.
Género: Acción, Terror, Suspenso.
País: Corea del Sur.
Año: 2016

Una vez más el cine oriental nos muestra que una producción con actores reconocidos y una gran inversión, no es sinónimo para una excelente película. 

Occidente presencia quizá la catapulta fílmica de muchos proyectos que nos quitarán el mal acostumbrado cine Hollywoodense. Tren a Busan, lleva la bandera del cine independiente que surge a partir de crear nuevas historias en el cine. Nos quita ese empalagoso "Remake" y de muchas continuaciones de hartazgo. 

El virus zombie, detonante para un apocalipsis mundial, lo lleva muy parecido a World War Z (2013) (Guerra mundial Z). Quitando los grandes escenarios y los efectos especiales dando un estilo The Walking Dead y zombies tipo Dawn of The Dead (2004) (El amanecer de los muertos). Aquí el contagió es rápidamente transmitido a todo ser vivo. No se enfocó en los detalles de las especies infectadas y se encapsuló en una área preferente en un tren, la estación, alguna parte urbana y panorámicas de ciudad. Los efectos especiales entran en lo normal para esta propuesta de cine independiente. Lo resolvieron generando secuencias más cuidadas dedicadas en la actuación y en cada personaje que por momento se volvieron parte de nosotros. Los que vivimos en occidente, en general no conocemos quien son estos actores y sus anteriores trabajos. Y creo que eso no importó mucho para entender lo que transmitió está película. 

Nos presenta un padre dedicado a los negocios, su empresa y olvidado de sus allegados. Faceta que la modernidad laboral nos encarcela con trabajo y nos quita la verdadera vida en familia. Una hija con la inocencia y su fiel valentía al respeto de un padre. La vida de muchos y el cariño de la fuerza de la esperanza. Considero quienes realmente fueron esos zombies, es la sociedad que vive en este limbo encerrado en el egoísmo. Y aquí, es peor que el virus. 

Tren a Busan, transmite y lleva secuencia del cine que Hollywood en un momento nos vendió. Compitió en cartelera con Rogue One y levanta las cejas de muchos Directores.

Lo bueno: La historia. 

Lo malo: La sociedad.




Trailer




Pasajeros - (Passenger)


FICHA TÉCNICA: 
Dirección: Morten Tyldum 
Guión: Jon Spaihts 
Fotografía: Rodrigo Prieto 
Música: Thomas Newman 
Género: Ciencia Ficción, Romance, Drama, Aventura Espacial. 
País: Eua. 
Año: 2016 
Duración: 116 

PERSONAJES: 
Aurora Lane......(Jennifer Lawrence)......La escritora.
Jim Preston.......(Chris Pratt).................El mecánico.
Arthur.................(Michael Sheen)............El cantinero.
Gus Mancuso....(Laurence Fishburne)....El capitán.
Captian Norris...(Andy García)..............El otro capitán.
Celeste..............(Aurora Perrineau)........?

CRÍTICA

No, Passengers no es la maravilla que Morten Tyldum nos entregó en El Código Enigma (2014). Aquella fue una obra sobria, inteligente y emocionalmente intensa. En cambio, aquí nos deja sentados durante 116 minutos viendo a dos guapos lidiar con dilemas éticos sobre la vida, la muerte y el futuro... dilemas que se resuelven con la misma profundidad que una frase de galleta de la suerte. Y con menos impacto.

Por un momento, parece que estamos viendo una versión live action de Wall-E, pero sin ternura, sin crítica ambiental y con más parecido al futuro del IMSS en México: lento, sin respuesta, y con servicios automáticos que fallan justo cuando más los necesitas.

Chris Pratt, alias Star-Lord en el multiverso Marvel, aquí repite su fórmula: carisma, sonrisas y el encanto de "chico con suerte". Básicamente hace de Repara-Félix Jr. en versión espacial. Mientras tanto, Jennifer Lawrence parece estar todavía en piloto automático. Su personaje es escritora, pero uno nunca siente esa chispa creativa, reflexiva o analítica que un escritor —aunque sea de horóscopos— debería transmitir. Escribe cuando quiere, como quiere y sin conflicto alguno, como si el arte también viniera en piloto automático.

Y sí, lo más sobresaliente de ambos fue su físico. Literalmente. Si esta película no te convenció por su trama, probablemente lo hizo por el trasero de Jennifer Lawrence y los pectorales de Chris Pratt. Hollywood, siempre entregando prioridades.

Pero, justicia sea dicha, la estrella verdadera aquí fue la nave. Una bestia tecnológica capaz de resistir lluvias de meteoritos, estabilizar daños en tiempo real y mantener a miles de pasajeros en animación suspendida sin mostrar pánico, error o revolución. Ni la Enterprise ni el Halcón Milenario la arman así. Y ojo: según mi teoría conspiranoica, la nave no falló... despertó al mecánico por elección. Porque si hay algo que Hollywood ama más que las casualidades, son las decisiones disfrazadas de fallas.

Dejando de lado el sarcasmo: la propuesta futurista no está mal. De hecho, tiene una visión interesante de lo que podría ser un futuro más cercano al diseño de viviendas sustentables que a la colonización planetaria. Aquí no hay caos robótico ni rebelión de androides: hay orden, funcionalidad, armonía tecnológica. Un futuro limpio, estéril y emocionalmente plano... como la película misma.

Los androides, especialmente Arthur el barman (Michael Sheen), se roban las escenas cada vez que aparecen. Con más carisma que los protagonistas y más lógica que el guion entero. Sin hegemonías, sin sublevaciones. Solo un robot sirviendo tragos y dando consejos existenciales como si fuera el terapeuta que nunca tuviste.

Resumen para los indecisos:

Hay dos tipos de personas que ven esta película:

Los que quieren ver a Lawrence y Pratt en su esplendor visual.

Y los que intentan encontrar ciencia ficción decente en el vacío del espacio.

Lo bueno: Arthur, el androide de la barra.

Lo malo: Jennifer Lawrence, Chris Pratt y, sorprendentemente, Morten Tyldum.


(No hablo del otro reparto)



TRAILER: